sábado, 31 de diciembre de 2011

Carta de fin de año


Si acaso llegas a leer esta carta es porque no supe o no pude decirte en persona las palabras que aquí expreso.
Antes que nada debo agradecerte por ser el hermano ideal, al que siempre admiré en virtud y en fracaso, pero más aun debo agradecerte por darme la oportunidad de cuidar a tu hijo. Hoy que se va contigo gran tristeza me sofoca, sin embargo no me dejaré vencer por ella, si algo aprendí de ti fue ser un ganador y en esta ocasión intentaré ser un poco más como tú.
Espero que en esta nueva aventura en Monterrey la mejor de las suertes los acompañe, que la prosperidad se haga presente en casa y que el respeto y el amor nunca falten.
Tú mejor que yo conoces a Reyna, sabes que es una mujer con ilusiones y aspiraciones que quiere ser exitosa en su negocio, te pido que la apoyes en las buenas y en las malas, recuerda que en ocasiones es mucho más valioso un consejo y una dosis de realidad que un montón de dinero, cuando sea necesario hazle ver la realidad sin quebrantar sus sueños no faltarle al respeto, recuerda que es la madre de tus hijos (y sobre todo de mis sobrinos).
A Vale, te pido que la abraces mucho, últimamente he sentido que se ha vuelto un poco anti social e intolerante, a lo mejor sólo es una etapa, pero esta infancia temprana es crucial en el desarrollo de todo individuo y más en el de una mujer, recuerda que algún día crecerá y algún sombrerudo se la va a llevar y aunque falte mucho para ese momento el trabajo de forjar una persona independiente y con la autoestima bien cimentada para hacer la elección correcta comienza desde ya.
He aquí el momento peliagudo. ¿Qué puedo pedirte de Azaí? Ante todo sabes que lo adoro con todo mi corazón, creo que después de Reyna y tú, soy la persona que más quiere a ese niño en este mundo. Nuevamente te agradezco por permitirme ser una parte importante de su vida, por ser su padrino y por momentos jugar el rol de papá y educador.
Aun me acuerdo aquella ocasión en la que se fueron de fiesta creo con tu amigo “La vaca”, primera vez que salían sin bebé después de mucho tiempo. Recuerdo el tremendo asco que me dio esa noche al cambiarle el pañal por primera vez, pero también recuerdo su pequeño cuerpecito dormido entre mis brazos, esas imágenes jamás se borrarán de mi memoria y sin duda son de los más hermosos.
Sabes, o eso espero, lo importante que es Azaí en mi vida y por eso quiero pedirte algunos favores que espero tomes en serio; Primero te pido que todas las noches rece a tu lado el padre nuestro y cante contigo el Himno Nacional, me parece sumamente importante que en su corazón Dios esté presente pero que sepa además que debe estar orgulloso de ser mexicano. También quiero recordarte algo que alguna vez te dije, que platiques con él, no quiero que hable como regiomontano, aunque es pequeño y algo habrá de pegársele, no tiene por qué hablar con el acento de allá, toma como ejemplo a mi papá, a pesar de ser igualteca y vivir mucho tiempo en Acapulco no tiene el estilo costeño de hablar, charla mucho con él para que te escuche hablar y se acostumbre a tu acento y así trate de imitarlo; Otra cosa que quiero pedirles es que nunca lo dejen solo, como educador te puedo decir que tu hijo se siente solitario, por eso es que tiene esos arranques de llanto cuando alguien se va, se que tienen obligaciones y mucho trabajo, pero dedícale tiempo de calidad, realmente te necesitan y extrañan; No lo regañes tan fuerte, tenle un poco más de paciencia, el niño está confundido, desde que nació ha cambiado más de 5 veces de casa, el pobre aun no sabe cuál es su lugar y por eso se desespera y hace sus rabietas, ojalá en breve entienda que en Monterrey está su hogar; Permítele conocer el mundo pero ponle límites, se el padre cariñoso y comprensivo que, sabes, tú y yo nunca tuvimos. Todos los días le digo a Azaí una y otra vez que lo quiero mucho esperando que aprenda a expresar lo que siente, creo que eso le ahorrará muchos sufrimientos, espero que tú sigas con mi labor para que algún día pueda decirle a su hermana con palabras lo mucho que la quiere de la forma en que yo no sé expresártelo; Relátale historias, cuentos de súper héroes pero conviértete tú en su ídolo, en su ejemplo a seguir, estoy consciente de que eso lo puedes hacer muy bien, pues durante muchos años has sido eso y más para mí. Es tu hijo y quizás esté de más pedirte que cuides mucho de él, pero aun así te lo pido, pues aunque es tu hijo, también para mí tiene ese valor.
Podría pedirte muchas cosas más, como hablar con él todos los días, pero comprendo que debo dejarlo vivir su vida o bien pedirte que cuando crezca estudie la secundaria acá en México D.F. para tenerlo 3 años más a mi lado, pero falta mucho para eso y además esa decisión no sólo depende de ti, sino también de Reynita y del propio niño, incluso Vale, pues sería injusto alejarla de su hermano por 3 años. A pesar de eso no me enojaría recibir una llamada o videollamada de vez en cuando y que sepas que mi propuesta es legítima, yo haré todo lo posible para estar en condiciones de educar y dar sustento a tu hijo si llegan a aceptar la oferta, al cabo faltan ocho años para eso.
Créeme que siento mucho que te lo lleves y cada día me pongo más triste de saber que ya no veré a diario su carita o le podré hacer cosquillas para escuchar su risa, pero me consuela saber que por fin su familia estará junta y ese vínculo es el más importante en el mundo. Sin duda tu hijo marcó mi vida y cada recuerdo que tengo de él encierra los momentos más felices de mi vida, ahora te toca a ti vivirlos por partida doble a lado de Valery.
Quiérelos mucho, como yo te quiero a ti. Que Dios los bendiga y cuide por siempre, espero poder verlos pronto.

Atte. Tío Leo
P.D. Ahora que te llevas a mi chaparrito intentaré adoptar a la Chirris como mi nueva consentida, “ahí te encargo”.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Tristeza navideña

Qué tristeza más grande me embarga estas fechas y no se debe al tan común síndrome prenavideño que provoca depresiones colectivas, más bien es provocada por un hecho que pronto sucederá, un hecho que entiendo es natural pero me resisto a aceptar, un acontecimiento que seguramente marcará mi vida y la de un individuo en particular.

Desde niño la soledad fue mi compañera, ser el más pequeño de una familia ya consolidada en la que mis padres rondaban casi los 50 años y mis hermanos eran ya adolescente a mi llegada propició una fuerte separación de intereses entre ellos y yo, a quienes, sin embargo, trate de seguir a pesar de nunca congeniar con ellos. Algo similar pasó con mis amigos de la escuela, a pesar de tener edad similar a la mía, mis interese no coincidían, yo era un niño con comportamiento de adulto, comentarios mordaces y complejos que pocos comprendía, mi actitud no fue distinta.

Muchos años pasaron para sentirme cómodo, fue hasta la adolescencia cuando me sentí parte de un grupo, incluso mi hermano, quien fue el más pequeño antes que yo, vivió conmigo la adolescencia que de joven no pudo, pues tenía demasiadas responsabilidades.

Pasó el tiempo y a pesar de pertenecer a un grupo siempre anhelé un hermano para compartí todo con él, me refiero a un hermano con intereses y edad semejantes, en la adolescencia mi hermano me acompañó y aunque ya no era su tiempo, con él compartí fiestas, amigos, borracheras y otras cosas más, pero un buen día decidió casarse

Aunque en un principio sentí celos, entendí que era natural que eso pasara, mi mayor consuelo fue al saber que un sobrino estaba en camino. A pesar que en ese momento yo tenía ya 21 años, mi anhelo de tener un “hermanito” con quién jugar y divertirme regresó.

Al nacer el pequeño Azaí sentí algo tan especial que jamás podré describir con palabras, poco tiempo tardé en enamorarme de ese niño, día con día lo visitaba, dormía con él, cambiaba sus pañales le daba de comer y hacía todo lo que un padre haría. Conforme creció el vínculo entre él y yo se hizo cada vez más fuerte, al grado de ser bendecido con la oportunidad de ser su padrino.

No había día en que no jugara con él, no había día en que no lo mencionara o a las maravillosas situaciones que de él surgían. Mi vida comenzó a girar alrededor de ese niño, mientras más tiempo pasaba a su lado, mas me conquistaba con su inocencia, su inteligencia y todo su ser.

Con el paso del tiempo su papá tuvo que cambiar de residencia, dejándolo junto a su mamá y su hermanita aquí en el D.F. si antes era para él una persona importante, ahora me convertía en la figura masculina de su casa, o al menos eso quiero pensar.

Aunque el niño se adaptó a la situación es innegable el hecho de que sufre la ausencia de su padre, así que lo más natural fue, para él, su mamá y su hermana, llevárselo a vivir a la ciudad donde trabaja mi hermano.

Es entonces esta decisión la que me entristece el alma, no quiero dejarlo ir, no quiero que se vaya lejos, que me deje, que cambie su personalidad. Es apenas un niño y seguramente en poco tiempo comenzará a actuar como un regiomontano más, no tengo nada contra ellos, pero ese no es él, esa no es la esencia de mi chaparrito.

Hace tiempo, charlando con una amiga cuestionábamos ¿Por qué  la gente sufre tanto cuando un ser querido se va? ¿En verdad el que sufre más es que se queda o el que tiene que comenzar de nuevo? Tras un par de horas de filosofar comprendí que el que se va sufre por “perder todo” y por comenzar desde cero, pero el que se queda sufre egoístamente porque siente que ha perdido a alguien, en comparación, la pérdida del segundo es sumamente menor.

Probablemente estoy siendo muy egoísta, pero en verdad no quiero que se vaya, no quiero perderlo. Sé que es pequeño y encantador, no tardará en hacer amigos, conocer personas, aprender su lugar en esta nueva sociedad y es justamente eso lo que me aterra, tiene tanto que aprender y tantas cosas nuevas por vivir que me temo olvide los momentos que pasamos juntos, las pequeñas, quizás insignificantes cosas que le enseñé, que me convierta en un recuerdo vago de su infancia temprana.

Seamos sinceros, ¿Cuántos de nosotros recordamos lo que pasó antes de nuestros 4 años? Yo, por lo menos no recuerdo casi nada, pensar en eso me llena de tristeza y temor. No puedo ni quiero aceptar que ese niño, al que vi crecer, que vi caer y levantarse, aprender a hablar, que de pronto me olvide ese niño que en más de una ocasión me llamó “papá” e incluso me dijo “mamá” chusco, quizás, pero eso me dice la importancia que llegué a tener en su vida.


¿Cómo dejar ir al niño que todas las tardes me esperaba sentado en el sillón de casa a esperar que llegara de la escuela para jugar con él, al que le preparé sus favoritas papas a la francesa o que le hiciera su rica agua de limón que le enseñé a tomar como costumbre? ¿Cómo aceptar que la única persona en este mundo que me quiere sin juzgarme, que me acepta tal cual soy, que al mirarme se siente seguro y confía en mí, en la única persona que sin complejos me dice que me quiere o que me necesita se va a ir de mi lado?

Ese niño al que amo con todo mi corazón y que se que también siente lo mismo, es mi vida, es lo único que me queda en este mundo. Esa inocencia, esa ingenuidad, esa pureza, van a ir cambiando conforme crezca, cada cosa nueva e importante que aprende irá desplazando y aminorando aquellas viejas memorias y temo ser una de esas antiguas que se rendirán a merced de las nuevas experiencias.

Sé muy bien que no soy su padre y que jamás tendré ese rol, se que debo dejarlo vivir su vida, pero al dejarlo ir siento que pierdo una parte de mi, una que sin lugar a dudas enmarca los momentos más felices que jamás me hayan ocurrido.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Eres un Ángel?????

¿Eres un ángel? Dime realmente si lo eres. Tu rostro, tus manos, tus ojos, toda tú eres de otro mundo, y sabes que es lo mejor? Que yo estoy en él. Aunque para ti solo soy tu amigo, se que tus ojos voltean a verme, que tus manos en ocasiones buscan las mías, mi voz se completa con tu risa, juntos hemos sido los dos locos más felices de este planeta.

Aunque no pareces alguien común, eres toda sencillez, tu mirada refleja ternura, inocencia, libertad, y para mí eres el sol que me llena de energía, la luna que inspira mis maniáticas e incoherentes frases, la conciencia que me dice “Ya ponte a estudiar, eres bueno en esto no lo tires por la borda” palabras que me saben a poesía pura, dicha por un mismísimo querubín.

No, creo que no eres un ángel, por que tienes defectos, defectos que solo los mortales tenemos y la mayoría no aceptamos, pero tu los afrontas como no había visto a nadie, tu risa se desborda y te vuelves un caos; callas y la vida se apaga, no haces nada, eres muy pasiva, demasiado de hecho. Pero que tiene de malo tener defectos? Quién soy yo para juzgarte? Acaso no cojeo del mismo pie? Sí, debo decirte, tal vez nuestras similitudes son lo que nos mantiene juntos, la realidad la afrontamos siendo un entero caos, somos pasivos en exceso, bueno seamos sinceros, somos muy perezosos, pero sabemos muy bien cuando hay que actuar, aunque yo no responda como tú.

No, tú no eres un ángel, ya lo he comprendido y si crees que esto me desalienta te equivocas, sólo me da más ánimo pues ahora se que estás un paso mas cerca de un simple mortal como yo y que la vida si me tenia preparada un alma gemela, pero tengo miedo, miedo de no ser lo suficientemente bueno para ser la tuya, o de que el destino te tenga preparado un mejor día mañana y pronto me olvides. Te aseguro que para mi siempre estarás en mí mente como la mujer que me robó el alma, la vida y el corazón, y en el corazón que sabes es tuyo, como el ángel al que yo cuido todas las noches con mi oración.

Que bueno que no eres un ángel, porque así puedo verte cuantas veces lo desee, te puedo acariciar, abrazar y besar aunque sólo seamos amigos.


Para DMR
Feb-1999

viernes, 11 de marzo de 2011

La nueva sensación de Twitter

A ver, primero les explico lo ocurrido…


Como todos ustedes saben, hace menos de 24 hrs ocurrió un terrible terremoto en las tierras del sol naciente, Japón, que provocó una cantidad impresionante de destrozos. Hasta ahí todo era una simple noticia, pero resulta que la “POETIZA” e “INTELECTUAL” de nuestros días, la SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ versión RBD, o sea Dulce María, se le ocurrió Publicar en Twitter el siguiente mensaje pretendiendo ser “POETICA” y a la vez “ACTUAL”:


Como un tsunami en japon ,puede hacer q tus olas me revuelquen el maldito corazón…

Resulta que ante la desafortunada metáfora empleada por esta mujer, la comunidad twittera (entre ellos su servidor, búsquenme como @nimegustatuiter) creo la hashtag #DulceMariaQuotes y en ella los participantes comenzaron a explotar este nuevo estilo poético, les presento algunos de los resultados de LA NUEVA LÍRICA MEXICANA!
  • Como maleante extorsiono tu pasión, secuestro tu ilusión y mato tú amor
  • Tu amor se esconde como Paulette bajo mi cama
  • Tu olvido me arrasa como Celia Lora a los peatones
  • Tu desprecio es más feo que Elba Esther Gordillo.
  • Tu amor me intoxica como la explosión de Chernobyl
  • Estás en mi cabeza todo el tiempo, como la bala de Cabaña
  • El terremoto que rompió mi corazón lo ocasionaste tú
  • Como la bomba de Hiroshima, así explota mi felicidad por ti
  • Te clavaste en mi corazón como un gol al Memo Ochoa
  • Te amo más que a mi familia michoacana
  • Prefiero estar bajo las olas de Japón, a que me odies con rencor!
  • Nuestras almas están más conectadas que Gustavo Cerati al aparato que lo mantiene vivo
  • Te extraño tanto como Florence Cassez a su libertad
  • Tus caricias me hacen arder tal y como si hubiera estado en San Juanico
  • Amor mío, te estaré esperando entre el colchón y mis frazadas.... como aquella niña Paulette
  • Nuestro amor quedo en puros escombro como las torres gemelas
  • Cuando te veo, en mi corazón fluye mas sangre que en la guerra contra el narco
  • Te amo con la fuerza que el padre Maciel violaba a su monaguillo
  • Por ti, haría trabajos que ni los negros quieren hacer...
  • El mundo se va a terminar, comenzando con japón y Haití. Pero nunca se terminará mi amor por ti
  • Con sólo ver tus ojos me olvido de todo, como paciente de Alzheimer
  • Desde que me dejaste, nadie llena mi corazón como en Africa nadie llena su estomago
  • Eres un inmigrante del amor, por eso te aplico la ley de Arizona en mi corazón
  • Cuando te fuiste, mataste mi corazón como Díaz Ordaz con los estudiantes en 1968
  • Voy a aferrarme a ti, como sobreviviente de un tsunami en una palmera
  • Tu partida causó en mi corazón un hoyo como el que hizo British Petroleum
  • Tu me arrancas el aliento como los Zetas la cabeza a sus enemigos.
  • Pierdo la cabeza por ti como decapitado en Acapulco
  • Tu amor se propaga en mi alma como virus AH1N1 en el DF
  • A tu lado, me siento tan seguro como la diputada perredista Karla Quiroga con su fuero
  • En tus brazos me siento tan seguro como un narco en CD. Juárez
  • Quiero enamorarte, como Kalimba a las menores de edad
Sinceramente me ha costado trabajo no reírme de más de una de las entradas, es más las últimas tres yo las publiqué en Twitter, lo sorprendente es que cuando comencé a leer sólo había 99 comentarios, cuando terminé de leerlos (aproximadamente 15 minutos después) las publicaciones ya superaban las 350 y cuando comencé a escribir este post eran 481 comentarios, ahora supera los dos millares y la cuenta sigue…

Algunas fotos