Si acaso llegas a
leer esta carta es porque no supe o no pude decirte en persona las palabras que aquí
expreso.
Antes que nada debo
agradecerte por ser el hermano ideal, al que siempre admiré en virtud y en fracaso,
pero más aun debo agradecerte por darme la oportunidad de cuidar a tu hijo. Hoy
que se va contigo gran tristeza me sofoca, sin embargo no me dejaré vencer por
ella, si algo aprendí de ti fue ser un ganador y en esta ocasión intentaré ser
un poco más como tú.
Espero que en esta
nueva aventura en Monterrey la mejor de las suertes los acompañe, que la
prosperidad se haga presente en casa y que el respeto y el amor nunca falten.
Tú mejor que yo
conoces a Reyna, sabes que es una mujer con ilusiones y aspiraciones que quiere
ser exitosa en su negocio, te pido que la apoyes en las buenas y en las malas,
recuerda que en ocasiones es mucho más valioso un consejo y una dosis de
realidad que un montón de dinero, cuando sea necesario hazle ver la realidad sin
quebrantar sus sueños no faltarle al respeto, recuerda que es la madre de tus
hijos (y sobre todo de mis sobrinos).
A Vale, te pido
que la abraces mucho, últimamente he sentido que se ha vuelto un poco anti
social e intolerante, a lo mejor sólo es una etapa, pero esta infancia temprana
es crucial en el desarrollo de todo individuo y más en el de una mujer,
recuerda que algún día crecerá y algún sombrerudo se la va a llevar y aunque
falte mucho para ese momento el trabajo de forjar una persona independiente y
con la autoestima bien cimentada para hacer la elección correcta comienza desde
ya.
He aquí el momento peliagudo.
¿Qué puedo pedirte de Azaí? Ante todo sabes que lo adoro con todo mi corazón,
creo que después de Reyna y tú, soy la persona que más quiere a ese niño en
este mundo. Nuevamente te agradezco por permitirme ser una parte importante de
su vida, por ser su padrino y por momentos jugar el rol de papá y educador.
Aun me acuerdo
aquella ocasión en la que se fueron de fiesta creo con tu amigo “La vaca”, primera
vez que salían sin bebé después de mucho tiempo. Recuerdo el tremendo asco que
me dio esa noche al cambiarle el pañal por primera vez, pero también recuerdo
su pequeño cuerpecito dormido entre mis brazos, esas imágenes jamás se borrarán
de mi memoria y sin duda son de los más hermosos.
Sabes, o eso espero,
lo importante que es Azaí en mi vida y por eso quiero pedirte algunos favores
que espero tomes en serio; Primero te pido que todas las noches rece a tu lado
el padre nuestro y cante contigo el Himno Nacional, me parece sumamente
importante que en su corazón Dios esté presente pero que sepa además que debe
estar orgulloso de ser mexicano. También quiero recordarte algo que alguna vez
te dije, que platiques con él, no quiero que hable como regiomontano, aunque es
pequeño y algo habrá de pegársele, no tiene por qué hablar con el acento de
allá, toma como ejemplo a mi papá, a pesar de ser igualteca y vivir mucho
tiempo en Acapulco no tiene el estilo costeño de hablar, charla mucho con él
para que te escuche hablar y se acostumbre a tu acento y así trate de imitarlo;
Otra cosa que quiero pedirles es que nunca lo dejen solo, como educador te puedo decir que tu hijo se siente solitario,
por eso es que tiene esos arranques de llanto cuando alguien se va, se que
tienen obligaciones y mucho trabajo, pero dedícale tiempo de calidad, realmente
te necesitan y extrañan; No lo regañes tan fuerte, tenle un poco más de
paciencia, el niño está confundido, desde que nació ha cambiado más de 5 veces
de casa, el pobre aun no sabe cuál es su lugar y por eso se desespera y hace
sus rabietas, ojalá en breve entienda que en Monterrey está su hogar; Permítele
conocer el mundo pero ponle límites, se el padre cariñoso y comprensivo que,
sabes, tú y yo nunca tuvimos. Todos los días le digo a Azaí una y otra vez que
lo quiero mucho esperando que aprenda a expresar lo que siente, creo que eso le
ahorrará muchos sufrimientos, espero que tú sigas con mi labor para que algún
día pueda decirle a su hermana con palabras lo mucho que la quiere de la forma
en que yo no sé expresártelo; Relátale historias, cuentos de súper héroes pero conviértete
tú en su ídolo, en su ejemplo a seguir, estoy consciente de que eso lo puedes
hacer muy bien, pues durante muchos años has sido eso y más para mí. Es tu hijo
y quizás esté de más pedirte que cuides mucho de él, pero aun así te lo pido,
pues aunque es tu hijo, también para mí tiene ese valor.
Podría pedirte
muchas cosas más, como hablar con él todos los días, pero comprendo que debo
dejarlo vivir su vida o bien pedirte que cuando crezca estudie la secundaria
acá en México D.F. para tenerlo 3 años más a mi lado, pero falta mucho para eso
y además esa decisión no sólo depende de ti, sino también de Reynita y del
propio niño, incluso Vale, pues sería injusto alejarla de su hermano por 3
años. A pesar de eso no me enojaría recibir una llamada o videollamada de vez
en cuando y que sepas que mi propuesta es legítima, yo haré todo lo posible
para estar en condiciones de educar y dar sustento a tu hijo si llegan a
aceptar la oferta, al cabo faltan ocho años para eso.
Créeme que siento
mucho que te lo lleves y cada día me pongo más triste de saber que ya no veré a
diario su carita o le podré hacer cosquillas para escuchar su risa, pero me
consuela saber que por fin su familia estará junta y ese vínculo es el más
importante en el mundo. Sin duda tu hijo marcó mi vida y cada recuerdo que
tengo de él encierra los momentos más felices de mi vida, ahora te toca a ti vivirlos
por partida doble a lado de Valery.
Quiérelos mucho,
como yo te quiero a ti. Que Dios los bendiga y cuide por siempre, espero poder
verlos pronto.
Atte. Tío Leo
P.D. Ahora que te
llevas a mi chaparrito intentaré adoptar a la Chirris como mi nueva consentida,
“ahí te encargo”.