Le suplico a Dios que te colme de bendiciones y que tarde o temprano te recompense todo, absolutamente todo lo que me hiciste, ojalá algún día encuentres a alguien a quién amar y espero que te corresponda pues el dolor de un rechazo cuando en verdad se ama es algo que, a pesar de todo, no te deseo.
Es una lástima que no me dieras una verdadera oportunidad para hacerte feliz porque, créeme, habría hecho absolutamente todo por ti, te hubiera hecho la mujer más feliz del mundo, pero al parecer no soy suficientemente bueno para estar contigo.
Me despido asegurándote que no volveré importunar con los estúpidos sentimientos que mi corazón guarda hacia ti, el amor, el odio, la admiración, el rencor, la ternura y el dolor serán sensaciones que ya no se vincularán hacia ti, ni para bien ni para mal, aunque tú muy bien sabes que mi corazón está lleno de ellos.
Que sepas muy bien que eres una persona importante en mi vida y que no te olvidaré, pero en mi futuro no figurarás porque tú así lo decidiste muy a mi pesar.
Que tengas suerte en tu camino y como amigo te doy un consejo, nunca dejes que nadie influencie tus decisiones, se la responsable de ellas y siempre cumple tu palabra, es tu prestigio y aunque no lo creas hay personas que aun confían en la palabra de los demás.
Quizás en algún día pueda contarte todo lo que en verdad mi corazón guarda, pero en este momento solo debo decirte adiós, fue un GUSTO conocerte, un PLACER enamorarme de ti y una MARTIRIO tener que olvidarte.
Adiós preciosa y recuérdeme como el hombre que la olvidó para no morir de amor.
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